LA CALIDAD REQUIERE LIDERAZGO
El director debe ser líder, debe apoyar y estimular En un proceso de mejoramiento de la calidad, el papel del director es fundamental. Además, y es importante decirlo, se exige de él una función muy diferente de la que usualmente desarrolla el director en las escuelas de nuestros países. La calidad requiere un nuevo tipo de liderazgo, basado en la experiencia y en la convicción personales, y no necesariamente en la escolaridad, edad o rango. Logra más con el ejemplo de su coherencia de vida, con los valores que proclama y con su consistencia que con la autoridad que procede de su nombramiento.
El director debe ser el primero y el mayormente comprometido con el propósito de mejorar la calidad. Esto significa que el director de una escuela debe sentirse responsable de la calidad educativa de esa escuela. Debe fungir como auténtico líder, capaz de motivar, facilitar, estimular el proceso de mejoramiento de la calidad. En otras palabras, desempeñar un papel de animador de sus colegas y de los padres de familia, es decir, es un animador de la comunidad escolar.
Debe comprometerse a involucrar a su personal en un proceso participativo, constante y permanente para hacer las cosas cada vez mejor. Un director así no puede limitar su función al papeleo administrativo y a las relaciones con el sistema educativo más amplio y con las autoridades de la comunidad. Tiene que conocer a fondo todos los procesos importantes que ocurren en la escuela y tiene que involucrarse de lleno en cada uno de ellos. A un director no se le puede cerrar ninguna puerta. Tiene que poder reunirse con los maestros, entrar al aula, conversar con los padres de familia, entender los problemas de los alumnos. Y, lo más importante, le corresponde a él la difícil tarea de ser el motor principal de un proceso mediante el cual la escuela logre niveles de resultados cada vez mejores y cada vez más acordes con las necesidades de los beneficiarios. Como ya hemos señalado varias veces, este proceso requiere constancia. Del director depende esta constancia.
Para la filosofía de la calidad, la clave consiste en que los directores entiendan que ellos son el problema. No porque ellos no actúen y se desempeñen como se espera de ellos que lo hagan, sino porque no asumen las funciones que acabamos de describir. Si no hay nadie que las asuma, no puede darse un proceso de mejoramiento de la calidad. Y quien las asume debe ser el director. La calidad comienza con una idea, con un plan, que es establecido por el director.
El director debe ser capaz de desarrollar un plan, explicárselo a los maestros, entusiasmarlos para que ayuden a realizarlo y al mismo tiempo mantener una presión coherente y constante sobre la escuela para que el plan se lleve a cabo. El móvil fundamental del director, más que de ningún otro miembro del personal, es satisfacer cada vez mejor las necesidades de los beneficiarios de la escuela. Para esto, es necesario que comprenda y se apropie de la idea de que es necesario eliminar la variación (el rezago escolar) y también elevar los niveles de logro de aprendizaje.
El director debe buscar que el docente esté orgulloso de su trabajo
El director se preocupa por eliminar las barreras que privan al trabajador [al docente] de su mayor derecho: el derecho a estar orgulloso de su trabajo.
Este es uno de los elementos fundamentales de la filosofía de la calidad. El líder de un proceso de calidad debe ayudar a los docentes a trabajar más inteligentemente, no más duramente. La dirección debe comprender y actuar sobre los problemas que privan al docente de la posibilidad de realizar su trabajo con satisfacción. La meta es lograr que el maestro tenga orgullo de su trabajo. De esta manera, el director se preocupa fundamentalmente por las personas.
El líder, en vez de ser un juez que inspecciona y evalúa a las personas, es un compañero que aconseja y dirige a su gente día a día, aprendiendo de ellos y con ellos. El objeto del liderazgo es mejorar el comportamiento del ser humano para mejorar la calidad, eliminando las causas de las fallas y de los problemas y ayudando a las personas a que hagan mejor su trabajo. Para esto, es necesario que focalice su atención en el sistema, o sea, en el conjunto de procesos que tienen lugar dentro de la escuela, de forma consistente, de manera que todo el mundo haga mejor el trabajo y con mayor satisfacción. Para ello, es esencial que esté en armonía con sus trabajadores.
Un director se preocupa por investigar
Hemos procurado dejar claro en lo que hemos dicho hasta la fecha que no se puede planear el mejoramiento de la calidad de la escuela a partir de intuiciones. Es necesario contar con información sólida e interpretarla correctamente. Esto significa que hay que conocer nuestra escuela y nuestro entorno. Tenemos que conocer, en primer lugar, cómo estamos logrando nuestros objetivos hacia afuera: qué niveles de aprendizaje estamos logrando. Tenemos que conocer las condiciones y las necesidades de nuestros beneficiarios -de todos ellos- y la forma en que estamos fallando en su satisfacción. Pero también debemos saber con qué recursos contamos, quiénes somos como equipo, qué nos falta para enfrentar el reto de mejorar nuestros niveles de logro. Tenemos que poder investigar las posibles soluciones a los problemas que detectamos. Y tenemos que ser capaces de monitorear el proceso de solución y de evaluar sus resultados.
Todos éstos son procesos que requieren investigación. Esta investigación no tiene necesariamente que ser compleja. Una prueba sencilla a los alumnos, una entrevista a fondo del director con cada uno de sus docentes, un conjunto de visitas a los padres de familia, una entrevista con el director de la secundaria o de la preparatoria a la que llegan nuestros egresados, un análisis más detallado de los datos que entregamos a las autoridades escolares. Un proceso de mejoramiento de la calidad implica hacer todo esto para contar con información de la realidad que nos permita interpretar, encontrar causas y diseñar soluciones. Es un paso indispensable para poder elaborar un plan en el que nos involucremos todos. El director tiene que ser capaz de idear y de conducir estos procesos de investigación.
Un director se preocupa por la formación en el trabajo
El proceso de mejoramiento de la calidad es un proceso educativo continuo de quienes en él se involucran. Participar en un proceso de esta naturaleza implica aprender a conocer las necesidades del beneficiario: de los alumnos, de los padres, de la comunidad y, en último término, de la sociedad actual y futura. Significa aprender, en el proceso mismo, a investigar, a interpretar la información, a discernir las causas principales de un problema. Involucrarse en un trabajo de mejoramiento de la calidad significa aprender de los colegas que ya han intentado solucionar un problema, pero también significa documentarse, conocer lo que se ha escrito respecto a las causas de los problemas a los que se están enfrentando y a los intentos de solución, conocer otras experiencias que han intentado solucionarlos y evaluar sus resultados. Implica aprender a traducir una idea en un plan con metas a corto y mediano plazo, que pueda ser llevado a la práctica y que pueda ser evaluado. Significa aprender a medir, a monitorear, a evaluar, lo que significa también desarrollar la criticidad, la capacidad de autocrítica, y la creatividad.
Pero quizás y, sobre todo, participar en un proceso de esta naturaleza implica aprender a vivir valores nuevos: el valor de la insatisfacción constante, el valor de querer hacer el trabajo siempre mejor, el valor de la solidaridad, el valor de poner el objetivo hacia afuera por encima de los intereses personales, el valor de perder el miedo a expresarse, a criticar y a equivocarse, el valor de la humildad por la disposición y apertura a aprender de los demás.
Participar en un proceso de mejoramiento de la calidad es participar en un proceso profundamente educativo. Al director le corresponde impulsar, facilitar y estimular que este proceso se dé. El director debe saber si se están cumpliendo los estándares de calidad de un determinado ciclo del proceso de mejoramiento, inclusive del inicial. Cuando el sistema es estable, debe poder reconocer si hay quienes se salen del sistema. Si algunos integrantes de la planta docente no lo están logrando, el director tiene que ser capaz de discernir entre dos tipos de situaciones: cuando la o las personas son capaces de cumplirlos y no lo hacen, el director debe imponer disciplina, y cuando el o los sujetos no son capaces de cumplirlos, debe proporcionar la oportunidad de acceder a los procesos de formación necesarios. Cuando hay personas que se salen del sistema en el sentido contrario, logrando mejores resultados que el estándar, el director debe estar atento para darles el merecido reconocimiento, que no tiene que ser material, sino que puede ser moral. Un reconocimiento verbal ante la comunidad de maestros y padres de familia y ante los alumnos de parte del director y avalado por los compañeros de trabajo, es altamente alentador.
Cuando se establecen medidas para mejorar la calidad, después de haber analizado el problema y las causas que lo originan, no es raro que no estemos preparados para llevarlas a cabo. Es necesario que nos preparemos para hacerlo. De esta manera, si nos preocupa que nuestros alumnos de primer grado no están logrando los objetivos del aprendizaje de la lectoescritura, tendremos que prepararnos para introducir calidad en el proceso. Si, por poner otro ejemplo, observamos como problema que muchos alumnos de cuarto grado se están rezagando, tenemos que prepararnos para poder brindarles atención especial sin descuidar por ello el avance de un grupo como un todo. Mejorar la calidad es un proceso que exige una formación continua ---que se traduce en una automejora-, a partir de las exigencias de nuestros objetivos hacia afuera y de las metas que nosotros mismos, en grupo, nos proponemos lograr. Al director le corresponde impulsar que este proceso, esencial para la calidad, tenga lugar.
El director tiene dos responsabilidades: Mantener y mejorar
La responsabilidad del mantenimiento del sistema se refiere a la necesidad de asegurar que todos puedan lograr los estándares establecidos en un determinado momento del ciclo de mejoramiento de la calidad, comenzando por el momento inicial. Para ello, es necesario que formule, con el apoyo de sus colegas, procedimientos, reglas y directivas claras, de manera que no haya dudas acerca del procedimiento establecido para lograr los actuales niveles de resultados. Así, en un inicio, el director debe propiciar que el equipo en su conjunto reafirme y exprese en forma clara los mínimos estándares de comportamiento esperados de los docentes. Después de un ciclo de mejoramiento de la calidad, alcanzados nuevos estándares de logro, es necesario volver a precisar, con toda claridad, los nuevos mínimos de comportamiento esperado para mantenerlos. Así, por ejemplo, para iniciar un ciclo, es necesario reafirmar ciertas reglas del juego. Por ejemplo, los maestros deben asistir regularmente, deben llegar puntualmente, deben destinar el mayor tiempo posible a la actividad de aprendizaje; el recreo es a determinada hora y termina a determinada hora; los salones y las áreas comunes de la escuela deben estar limpias... Una vez terminado un ciclo de mejoramiento de la calidad y demostrada la efectividad de las medidas tomadas, debe hacerse lo mismo. Por ejemplo, si se decide que un problema es la poca participación activa de los alumnos en su propio proceso de aprendizaje y se toman medidas para combatir este problema, pueden llegar a establecerse nuevas normas: el maestro debe entregar un plan de clase en el que se estipule un porcentaje determinado de trabajo creativo de los alumnos, un porcentaje determinado de trabajo grupal. Se le puede pedir al maestro que defina el producto esperado de cada actividad participativa. Y así sucesivamente.
La responsabilidad del mejoramiento, es la otra cara de la moneda. Se refiere a la necesidad de dar los pasos necesarios para ir logrando estándares de comportamiento y niveles de logro cada vez más altos. La teoría de la calidad total en administración estima que un director debe dedicar la mitad de su tiempo a la responsabilidad del mejoramiento.
Hay dos maneras de lograr el mejoramiento: a través de la innovación y a través del mejoramiento continuo. La innovación generalmente cambia radicalmente alguna práctica establecida. Un ejemplo de innovación es la introducción de la enseñanza asistida por computadora en el salón de clase. Otro ejemplo podría ser el de la implantación de un enfoque pedagógico novedoso, como la enseñanza personalizada o la técnica Freinet.
El mejoramiento continuo cambia poco a poco y de día a día las prácticas que se han detectado como poco conducentes a la calidad. Aquí, el director debe ayudar a que se generen sugerencias e incorporarlas a la estrategia general de mejoramiento. El personal está convencido de que es necesario evitar el rezago escolar. Y sin cambiar drásticamente sus prácticas, introduce cada día procedimientos que le permiten acercarse cada vez más a la posibilidad de darles atención individual a los alumnos que se atrasan, aprendiendo a no descuidar el avance general del grupo. Así, un día conversará durante el recreo con alguno de los alumnos atrasados. Otro día se llevará los cuadernos de otro de ellos para revisarlos con detalle. En otra ocasión visitará o conversará con los padres de familia. Más adelante, podrá elaborar ejercicios especiales para que el alumno los haga en casa con apoyo de algún familiar. Quizás se le ocurra diseñar estrategias de trabajo por equipos, en los que los alumnos más aventajados puedan trabajar junto con los alumnos rezagados y ayudarles a realizar la tarea encomendada. Etcétera.
Ambas vías son válidas, y las dos son necesarias. No obstante, es necesario advertir que es mucho más difícil adaptar y monitorear una innovación que un procedimiento de mejoramiento continuo.
El director tiene dos funciones: La función estimulante y de apoyo y la función de control
La primera de estas funciones, la estimulante y de apoyo, está dirigida a los procesos. Es la que se refiere a propiciar que mejoren las relaciones de manera que puedan producirse buenos resultados.
La segunda de estas funciones, la de control, está dirigida a los resultados. En un movimiento hacia la calidad, esta es la primera función la que se subraya y enfatiza, bajo el supuesto de que, si los procesos mejoran, mejorarán los resultados. Sin embargo, esto no significa que se descuide el control de los resultados. De hecho, el control sobre los resultados -sobre el logro de mejores niveles de aprendizaje en más alumnos- es la forma de evaluar si el mejoramiento de los procesos fue efectivo.
Así, un director necesita administrar tanto los procesos como los resultados. Para poder hacerlo, necesita contar con criterios tanto para los unos como para los otros. Dada la predominancia del modelo tradicional de administración y supervisión escolares, existen criterios mucho más elaborados para administrar los resultados: es relativamente fácil medir cuando menos algunos de los resultados esperados de aprendizaje (no es el caso del aprendizaje de los valores, por ejemplo). Sin embargo, los criterios para administrar y monitorear los procesos han sido mucho menos desarrollados. En este caso, criterios como los de esfuerzo para el mejoramiento, consistencia en el proceso, congruencia de lo que se dice con lo que se hace -todos ellos criterios que conducen a que el director ejerza su liderazgo entendido como apoyo y estimulación- parecen ser los más indicados.
Resumiendo las ideas fundamentales de este capítulo:
El director de una escuela es el elemento clave en un proceso de búsqueda de la calidad. Si la dirección de una escuela no está involucrada y comprometida con el propósito de mejorar la calidad, es muy difícil que ésta mejore.
Las exigencias sobre el papel del director en un proceso de búsqueda de la calidad son muy diferentes a la forma en la que estamos acostumbrados a entender el papel del director. El director debe convertirse en un líder que impulsa y estimula un proceso de mejoramiento continuo.
Para un director, lo más importante son las personas. Esto significa que piensa en las necesidades de los beneficiarios y que, para satisfacerlas, procura lograr que el trabajador se sienta orgulloso de su trabajo. El director debe asegurarse de que el proceso de mejoramiento de la calidad sea un proceso de formación en el trabajo y esté acompañado de los elementos formativos indispensables para lograr que puedan llevarse a cabo los cambios propuestos.
El director tiene dos responsabilidades: la del mantenimiento y la del mejoramiento. La de mantenimiento, implica establecer reglas claras y asegurar que se cumplan. La de mejoramiento, a la que debe dedicar la mitad de su tiempo, implica mejorar los niveles de logro alcanzados.
El director tiene dos funciones: la primera función es la de estimulación y apoyo que se refiere a cuidar los procesos. La segunda función es la de control que se refiere a monitorear los resultados. La filosofía de la calidad enfatiza la primera, pero también requiere la segunda.
INFORMACIÓN EXTRAIDA DE:
INFORMACIÓN EXTRAIDA DE:
http://www.calidadeducativa.edusanluis.com.ar/2011/05/la-calidad-requiere-liderazgo.html
POEMA A UN NIÑO CON SINDROME DE DOWN (De Andrés Martínez)
Era una noche tan fría cuando salimos despacio para alumbrarte a la vida camino de un dispensario.
Buscábamos la alegría de compartir otro abrazo y nació un niño distinto, pequeño y de ojos rasgados.
Me acuerdo de aquella sala, gentes vestidas de blanco, y la cara de aquel médico en su papel de togado, con la mirada perdida: algo había fallado.
La angustia de aquel momento, solos tu y yo, y nuestro enano, el mundo se nos caía pero duró sólo un rato, comprendimos que en la vida no todo es bueno o es malo.
Eras un niño perdido, te arrope entre mis brazos, todavía estaba aturdido, sin saber que había ganado.
Y doy gracias a la vida porque a mi me haya tocado esta bendición del cielo en forma de Ángel humano.
Habla con Dios cada noche su querubín más preciado, don generoso y derroche es la ternura en sus manos, una sonrisa en su boca, no falta amor en sus labios.
Algunos buscan la herida donde poder siempre hurgarnos, ciegos que no ven la viga como sepulcros blanqueados, pero tu y yo sabemos, amigo, que Dios está a nuestro lado.
Se llama Andrés y es mi hijo, ahora ya es todo un muchacho y todavía me pregunto: "¿por qué buscó Dios mi casa?" para dejar un regalo. Era una noche tan fría cuando salimos despacio para alumbrarte a la vida camino de un dispensario. Buscábamos la alegría de compartir otro abrazo y nació un niño distinto, pequeño y de ojos rasgados. Me acuerdo de aquella sala, gentes vestidas de blanco, y la cara de aquel médico en su papel de togado, con la mirada perdida: algo había fallado. La angustia de aquel momento, solos tu y yo, y nuestro enano, el mundo se nos caía pero duró sólo un rato, comprendimos que en la vida no todo es bueno o es malo. Eras un niño perdido, te arrope entre mis brazos, todavía estaba aturdido, sin saber que había ganado. Y doy gracias a la vida porque a mi me haya tocado esta bendición del cielo en forma de Ángel humano. Habla con Dios cada noche su querubín más preciado, don generoso y derroche es la ternura en sus manos, una sonrisa en su boca, no falta amor en sus labios. Algunos buscan la herida donde poder siempre hurgarnos, ciegos que no ven la viga como sepulcros blanqueados, pero tu y yo sabemos, amigo, que Dios está a nuestro lado. Se llama Andrés y es mi hijo, ahora ya es todo un muchacho y todavía me pregunto: "¿por qué buscó Dios mi casa?" para dejar un regalo.
Como identificar los problemas de aprendizaje
Los problemas del aprendizaje afectan a 1 de cada 10 niños en edad escolar. Son problemas que pueden ser detectados en los niños a partir de los 5 años de edad y constituyen una gran preocupación para muchos padres ya que afectan al rendimiento escolar y a las relaciones interpersonales de sus hijos.
Un niño con problemas de aprendizaje suele tener un nivel normal de inteligencia, de agudeza visual y auditiva. Es un niño que se esfuerza en seguir las instrucciones, en concentrarse, y portarse bien en su casa y en la escuela. Su dificultad está en captar, procesar y dominar las tareas e informaciones, y luego a desarrollarlas posteriormente. El niño con ese problema simplemente no puede hacer los que otros con el mismo nivel de inteligencia pueden lograr.
El niño con problemas específicos del aprendizaje tiene patrones poco usuales de percibir las cosas en el ambiente externo. Sus patrones neurológicos son distintos a los de otros niños de su misma edad. Sin embargo tienen en común algún tipo de fracaso en la escuela o en su comunidad.
Cómo detectar problemas de aprendizaje en los niños
No es nada difícil detectar cuando un niño está teniendo problemas para procesar las informaciones y la formación que recibe. Los padres deben estar atentos y conscientes de las señales mas frecuentes que indican la presencia de un problema de aprendizaje, cuando el niño:
- Presenta dificultad para entender y seguir tareas e instrucciones.
- Presenta dificultad para recordar lo que alguien le acaba de decir.
- No domina las destrezas básicas de lectura, deletreo, escritura y/o matemática, por lo que fracasa en el trabajo escolar.
- Presenta dificultad para distinguir entre la derecha y la izquierda, para identificar las palabras, etc. Su tendencia es escribir las letras, palabras o números al revés.
- Le falta coordinación al caminar, hacer deportes o llevar a cabo actividades sencillas, tales como aguantar un lápiz o amarrarse el cordón del zapato.
- Presenta facilidad para perder o extraviar su material escolar, como los libros y otros artículos.
- Tiene dificultad para entender el concepto de tiempo, confundiéndo el "ayer", con el "hoy" y/o "mañana".
- Manifiesta irritación o excitación con facilidad.
Características de los problemas de aprendizajeLos niños que tienen problemas del aprendizaje con frecuencia presentan, según la lista obtenida de "When Learning is a Problem/LDA(Learning Disabilities Association of America)", características y/o deficiencias en:
Lectura (visión)El niño acerca mucho al libro; dice palabras en voz alta; señala, sustituye, omite e invierte las palabras; Ve doble, salta y lee la misma línea dos veces; no lee con fluidez; tiene poca comprensión en la lectura oral; omite consonantes finales en lectura oral; pestañea en exceso; se pone bizco al leer; Tiende a frotarse los ojos y quejarse de que le pican; presenta problemas de limitación visual, deletreo pobre, entre otras.
EscrituraEl chico invierte y varía el alto de las letras; no deja espacio entre palabras y no escribe encima de las líneas; Coge el lápiz con torpeza y no tiene definido si es diestro o zurdo; mueve y coloca el papel de manera incorrecta; trata de escribir con el dedo; tiene pensamiento poco organizado y una postura pobre, etc.
Auditivo y verbalEl niño presenta apatía, resfriado, alergia y/o asma con frecuencia; pronuncia mal las palabras; respira por la boca; se queja de problemas del oído; se siente mareado; se queda en blanco cuando se le habla; habla alto; depende de otros visualmente y observa el maestro de cerca; no puede seguir más de una instrucción a la vez; pone la tele y la radio con volumen muy alto, etc.
Matemáticas
El alumno invierte los números; tiene dificultad para saber la hora; pobre comprensión y memoria de los números; no responde a datos matemáticos, etc.
Cortesia de: http://www.guiainfantil.com/educacion/escuela/noaprende.htmProblema de Escritura: Aglutinamiento
El AGLUTINAMIENTO es un problema de la escritura que puede ser resuelto con constancia y paciencia.
Revisas el cuaderno de clase del niño o la niña, y ves que todo lo que escribió ese día lo trae "pegado", es decir, no separó las palabras, pareciera que lo escrito es toda una sola palabra. Este problema de la escritura se denomina AGLUTINAMIENTO, ya que el estudiante, a la hora de escribir aglutina ("pega") las palabras entre si.
Revisas el cuaderno de clase del niño o la niña, y ves que todo lo que escribió ese día lo trae "pegado", es decir, no separó las palabras, pareciera que lo escrito es toda una sola palabra
Existen distintos tipos de profundidad del aglutinamiento, y solo se podrá visualizar hasta que se inicia un plan remedial del problema detectado, pues, podría ser que tal manera de escribir se solucione en unos cuantos meses, o dure varios años de terapia.
Existen distintos tipos de profundidad del aglutinamiento, y solo se podrá visualizar hasta que se inicia un plan remedial del problema detectado..
Existen distintas formar de abordar el aglutinamiento para solventarlo, pero una técnica que me ha servido por más de casi diez años de experiencia en este campo, es el uso del cuaderno cuadriculado. Se le pide al niño que produzca algún texto simple (oraciones). Luego, se le hace notar lo "pegado" que escribió y se le solicita que reescriba esas oraciones de nuevo, pero esta vez separando, de forma conciente, las palabras. Terminado esto, le pedimos que las escriba de nuevo en una hoja de papel cuadriculado, separando las palabras con cuadritos en blanco, es decir, que cada letra de cada palabra va a ocupar un cuadrito; al finalizar la palabra dejamos un cuadro en blanco y seguimos con la siguiente palabra. Se concluye coloreando los cuadritos en blanco de cada oración.
Muy simple. Cualquier padre y madre de familia lo puede implementar y todo docente de aula que no tenga al lado a un maestro de enseñanza especial.
http://cr.globedia.com/problema-escritura-aglutinamiento EN EL DIA DEL MAESTRO
Venezuela celebra el 15 de enero el Día Nacional del Maestro, decretado por el General Isaías Medina Angarita en reconocimiento a las luchas iniciadas por los Maestros venezolanos el 15 de enero de 1932, cuando en plena dictadura gomecista, un grupo de educadores conformaron una asociación para defender los derechos laborales de los maestros y mejorar la educación en Venezuela. Y usted ha considerado ser un maestro especial? Si usted está pensando en una carrera de profesor de educación especial, hay algunas cosas que usted debe tener en cuenta. Como un maestro de educación especial, puede encontrar que su trabajo implica algunas cuestiones que no son típicos dentro de la corriente principal aula. Algunos estudiantes simplemente requieren atención individualizada y el desarrollo curricular. Para estos estudiantes, usted puede trabajar con su maestro del salón de clases regular en un sitio adecuado (aula integrada o aula especial) de acuerdo a su discapacidad, a travès del Plan Educativo Individualizado (P.E.I) Otros estudiantes pueden trabajar exclusivamente con un maestro de educación especial, (Escuela Especial) y en las escuelas regulares que es lo que se busca en la actualidad. Como un maestro de educación especial, usted puede trabajar con los estudiantes sobre la integración social y emocional más que un profesor con una especialidad diferente. Usted probablemente será parte de un equipo de educación especial en su escuela, poniendo en pràctica un conjunto de actividades y estrategias para los niños y trabajar en estrecha colaboración con cada uno de los padres para asegurarse de que están apoyando a su hijo con necesidades educativas especiales.. Como maestro de educación especial, usted proporcionará instrucción individualizada, a sus estudiantes, enseñarà habilidades para resolver problemas, trabajarà con los niños en el àrea emocional y habilidades sociales y más. Los maestros de educación especial pueden hacer una gran diferencia en cada uno de la vida del niño, proporcionándoles los instrumentos que necesitan para tener éxito en la escuela y en la vida. El trabajo como profesor de educación especial es uno de los puestos de trabajo más gratificante en la educación hoy en día, y uno de los de más rápido crecimiento. Con el fin de ser un buen profesor de educación especial debe ser a la vez apasionado y comprensivo. Usted debe ser consciente y atento. La mayor parte del tiempo, usted debe estar dedicado a su trabajo y sus estudiantes. Como un maestro de educación especial, puede encontrar usted mismo la enseñanza de los estudiantes con discapacidades de mayor y menor compromiso, y en algunos casos, la enseñanza de habilidades para la vida en lugar de la norma curricular. Tendrá que ser flexible y capaz de pensar en una gran variedad de estilos de aprendizaje para individualizar la enseñanza para los niños en su clase. ¿Y usted podrìa ser un buen maestro de Educaciòn Especial? .Un maestro de educación especial también puede necesitar cerca de un suministro ilimitado de paciencia. La comunicación y la cooperación son habilidades esenciales para cualquier docente, pero sobre todo para un maestro de educación especial. Los maestros de educación especial deben ademàs registrar constantemente el progreso de sus alumnos y velar porque cada estudiante estè recibiendo la educación que él o ella requiera. Ademàs de esto debe poseer una dosis excesiva de amor, dedicaciòn y vocaciòn fèrrea por su trabajo, y jamàs cansarse de enseñar todo lo que deben aprender los niños con discapacidad.... |
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